Disciplina - Língua Estrangeira Moderna

Por qué en Brasil se habla portugués

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En Brasil se habla portugués porque fue colonia de Portugal, pero ¿cómo sucedió? La historia comienza hace muchos años. Para comprenderla hay que analizar lo que sucedía en la Europa del siglo XV.

La segunda mitad del siglo XV marcó el final del Medioevo y el comienzo de la Edad Moderna. Los hechos que se produjeron entonces eran tan sorprendentes que en apenas un par de generaciones habían cambiado por completo la faz del mundo. Tal transformación se debió a muchos factores, que sirvieron de escenario a las proezas de un puñado de personajes dominados por un espíritu aventurero y creativo, tan audaz como para poner en jaque los límites heredados de la antigua cultura medieval. Miguel Ángel y Leonardo en el arte y la ciencia, Magallanes y Elcano en los descubrimientos geográficos, Lutero e Ignacio de Loyola en las reformas religiosas, Copérnico en la astronomía y Maquiavelo en la política, todos ellos acometieron con el mismo temperamento arriesgado y visionario hazañas nunca antes realizadas. Tal vez la más grande fue el viaje realizado por Cristóbal Colón a lo que todos creían que eran las Indias.

¿Por qué tuvieron lugar los viajes a América?
Los europeos llegaron a América tratando de encontrar rutas alternativas al Oriente, de donde provenía la mayor parte de las especias: la pimienta, la nuez moscada, el macís, el clavo de olor y otros aromatizantes, constituían un recurso valiosísimo; los usaban para preservar los alimentos y darles un sabor especial, curar extrañas enfermedades y como negocio ofrecían la inaudita rentabilidad del 2000%. Después de la caída de Constantinopla a manos de los turcos, las comunicaciones a través del mar Mediterráneo se habían interrumpido; era necesario encontrar rutas comerciales alternativas al oriente para traer las especias. Cualquier país que pudiese monopolizar ese comercio habría encontrado una auténtica mina de oro.

Los antecedentes
Cuando la expedición de Colón regresaba desde América, en enero de 1493, una tormenta separó las dos naves (recordemos que al Santa María no regresó, después de sufrir un accidente). La Pinta, al mando de Pinzón, llegó a Bayona (Galicia) a finales de febrero y anunció a los reyes de España Isabel y Fernando el descubrimiento. Entretanto, la Niña, en la que viajaba Colón, hizo escala el 17 de febrero en la isla portuguesa de Santa María, en las islas Azores, y el 4 de marzo recaló en Lisboa. Allí fue interrogado por el rey Juan II de Portugal y le puso al corriente de sus descubrimientos. Inmediatamente el monarca portugués reclamó para sí las nuevas tierras alegando derechos derivados del tratado de Alcáçovas. Los reyes Isabel y Fernando, por su parte, negaron tal pretensión aduciendo que la navegación se había efectuado siempre al oeste, y no al sur de las islas Canarias. El día 15, Colón regresó al puerto de Palos y el mes siguiente fue recibido en Badalona por los reyes españoles.

La noticia del regreso de Cristóbal Colón se extendió como un reguero de pólvora por Europa. Inmediatamente comenzaron las disputas diplomáticas entre España y Portugal, las dos potencias marítimas de la época. Hubo que recurrir al Papa para zanjar el asunto. En 1493 la bula Inter Caetera estableció una línea demarcatoria a cien leguas al oeste de las islas Azores.

Al año siguiente, en 1494, el tratado de Tordesillas trazó el límite en el meridiano 46, por donde pasa una línea imaginaria bajo la cual, las tierras eventualmente descubiertas quedarían en poder de Portugal. Por su parte, las tierras situadas por encima serían propiedad de la corona española. El horizonte, hasta ahora desconocido, había quedado dividido en dos.

Se creía entonces que las tierras recién descubiertas constituían una gran isla. Pero pronto cambiaría esta idea, ya que el tratado de Tordesillas autorizaba a Portugal a aventurarse más al Sur, hacia mares no explorados. El camino hacia la colonización portuguesa estaba pavimentado, ésta comenzaría seis años más tarde, con Pedro Álvarez de Cabral.

Un puerto seguro
Portugal seguía buscando afanosamente una ruta alternativa al Oriente. En 1499, una flota bajo el mando de Vasco da Gama consiguió llegar a las Indias circunvalando el continente africano. Este éxito sin precedentes hizo que la corona portuguesa perdiera interés en las tierras del otro lado del océano Pacífico. El Rey Manuel I de Portugal organizó sin demora una nueva flota a las Indias, más poderosa y mejor preparada. La componían trece barcos y más de mil hombres bajo el mando de Pedro Álvarez de Cabral; ciertamente, no se trataba de una misión de reconocimiento sino de conquista, era el contingente más grande enviado hasta ese momento a las rutas recién descubiertas. El objetivo del viaje era hacer el mismo recorrido que Vasco da Gama dando la vuelta a África para llegar a las Indias y establecer un sólido puente comercial. Después de cruzar el línea del Ecuador, la flota se alejó de la costa, buscando vientos y corrientes marinas favorables, sin embargo, sin conocer cabalmente los mares que navegaban, fueron a dar a la costa este de América. Era el 22 de abril de 1500.

Emocionado, Álvarez de Cabral bautizó el lugar como “Monte Pascoal”. Buscando un buen lugar donde desembarcar, los navíos se dirigieron 62 km al Norte, hasta una bahía natural, que llamaron desde entonces “Porto Seguro”. Inmediatamente tomaron contacto con las poblaciones nativas. Y a partir de aquí comienza otra historia.


Fonte: http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=225312
Acesso em: 05/06/2014
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